Estrategias para Brindar Apoyo Emocional.
A lo largo de nuestras vidas, los seres humanos enfrentamos constantemente cambios. Algunos de estos cambios pueden ser menores y causar solo un pequeño inconveniente o molestia, mientras que otros nos llenan de alegría, satisfacción y orgullo.
Las emociones que surgen de estos cambios son variadas, pero en esta ocasión nos centraremos en aquellos cambios que tienen un impacto emocional profundo, los cuales se conocen como pérdidas. Una pérdida se refiere a la falta o ausencia de algo que valoramos: puede ser un objeto, una situación, un estatus, un lugar o la cercanía de un ser querido.
Cuando atravesamos una pérdida, es necesario pasar por un proceso natural llamado duelo, que nos ayuda a aceptar y adaptarnos a la nueva realidad sin aquello que hemos perdido. Cada persona vive este proceso de manera única, ya que está influenciado por su historia personal y las características específicas de la pérdida. Lo crucial es manejar las emociones que surgen para recuperar el equilibrio y la confianza en el futuro.
Es común pensar que los niños pequeños no experimentan estas emociones intensamente porque no tienen el lenguaje para expresarlas. Sin embargo, estudios y testimonios de especialistas demuestran lo contrario. Los niños pueden manifestar su sufrimiento a través de síntomas físicos como dolor de estómago, sensación de vacío en el pecho, falta de aire, dificultades para dormir y baja energía. En algunos casos, incluso pueden experimentar un retraso en su desarrollo.
Desde sus primeros meses de vida, los niños necesitan nuestro apoyo para afrontar las pérdidas. Es importante darles un sentido a cada pérdida que enfrentan. A veces, simplemente reflejamos lo que sucedió y las emociones que surgen. En otras ocasiones, debemos explicar de manera más detallada eventos más complejos como una enfermedad, un accidente o un fallecimiento. Es fundamental brindarles apoyo emocional con una voz cálida y actitudes que los hagan sentir reconfortados. Nuestra tarea es encontrar maneras de acompañar a los niños en estos momentos de transición.
¿Qué hacer?
- Explica lo sucedido con sencillez, amor y honestidad, adaptando el mensaje a la edad del niño. Si el niño ya puede hablar, debemos de asegurarnos de que entendió la explicación:
- “Hoy es tu primer día en la sala. Sé que extrañas a tu mamá. Ella vendrá en unas horas por ti; mientras tanto, yo voy a cuidarte y atender todas tus necesidades. Estoy aquí para ti”.
- “Llevamos a Rodolfo al veterinario porque estaba enfermo. Intentaron curarlo, pero no lo lograron y murió. Todos lo queríamos mucho y lo vamos a extrañar. Puedes llorar conmigo”.
- Sé sensible y refleja lo que el niño está viviendo:
- “Sé que estás triste porque no te invitaron a la fiesta y querías ir”.
- “Veo que estás frustrado porque olvidaste tus juguetes en la feria”.
- “Pareces temeroso en tu habitación nueva”.
- Mantente cercano y disponible:
- “¿Te puedo ayudar en algo?”
- “¿Hay algo que te haga sentir mejor?”
- “Si querés, podés llorar, estoy aquí”.
- Ofrece recursos para que el niño exprese sus sentimientos:
- “¿Querés hacer un dibujo para tu abuelo que está enfermo?”
- “¿Querés que hagamos una carta para tu papá? Puedes decirme lo que quieras y yo lo escribo”.
- “Vamos a hacer un álbum con fotos de tu mascota para que la recuerdes cuando lo necesites”.