Comprar un auto, una casa, mudarte de ciudad, realizar viajes o comenzar tu propio negocio, son algunas de las metas personales que soñás con alcanzar y que pueden ser cumplidas al 100 % con una correcta planificación.
La correcta planificación de un proyecto personal debe ser paso a paso. Hay que empezar por lo más importante, definir cuál es la meta a alcanzar, y seguir un orden.
Eso sí, el significado de planificar en este contexto, no implica seguir a rajatabla lo que dice el plan y menos en un país tan cambiante como el nuestro. En absoluto.
El proceso de planificación es un proceso continuo, sujeto a modificaciones, y que no termina hasta el mismo momento en que el proyecto llega a su fin.
Te dejamos un pequeño consejo para disfrutar del camino en tu planificación. Las metas no solo deben centrarse en el resultado.
Es importante diferenciar:
• Las metas de resultados: qué quiero lograr?
• Las metas de proceso: qué cosas debo hacer para alcanzar dichos resultados?
Si te planteas metas centradas en los resultados, como por ejemplo, comprarte un auto, sólo percibirás un progreso, cuando lo hayas logrado.
Cuando nos proponemos metas centradas en las acciones (ahorrar x cantidad de dinero mensualmente) lo que hacemos es direccionar la mirada a nuestro propio comportamiento. No sólo nos ayuda a sentir que tenemos un mayor control de la situación, sino que además aumenta nuestra motivación, ya que es más probable sentir que estamos progresando en nuestras metas.
Este factor es clave para mantener nuestro compromiso.
Todos los días debemos sentir que estamos progresando en las metas que nos hemos propuesto.
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